Menopausia
La menopausia es la manifestación más importante del envejecimiento en la mujer. Se produce por el cese definitivo de la menstruación, que determina un déficit hormonal muy importante de los estrógenos y de la progesterona.
Como consecuencia de ello aparecen una serie de manifestaciones clínicas que no se limitan únicamente a los conocidos “sofocos” y “osteoporosis”, sino que abarcan prácticamente a todos los órganos y sistemas corporales.
Entre las manifestaciones clínicas más significativas de la menopausia señalaremos: Síntomas vasomotores (sofocos, cefaleas…), manifestaciones vegetativas ( nerviosismo, irritabilidad…), alteraciones de la piel (sequedad, adelgazamiento, aparición de arrugas…), alteraciones genitourinarias, mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares ( angina de pecho, infarto de miocardio…) y cerebrovasculares, mayor probabilidad de aparición de enfermedades neurodegenerativas…
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INTRODUCCIÓN
La OMS la define como el cese permanente de la menstruación derivado de la pérdida de la actividad folicular del ovario. Su aparición no es brusca, sino que viene precedida de un proceso de transición denominado PERIMENOPAUSIA que puede oscilar entre 2-8 años. La edad media de aparición de la menopausia en la mujer occidental está en torno a los 51 años. Si la menopausia aparece antes de los 40 años se considera menopausia precoz y afecta al 1-3% de las mujeres.
SINTOMATOLOGÍA DE LA MENOPAUSIA
Las manifestaciones clínicas se producen por la importante disminución de los niveles hormonales de los estrógenos, así como por la reducción del número de receptores estrogénicos, reducción de la progesterona y aumento de las gonadotropinas. Todo ello determina alteración en órganos, tejidos y sistemas del organismo. Esta alteración se presenta de una manera progresiva. La menopausia no es simplemente “sofocos” y “osteoporosis”, sino que abarca un amplio abanico de síntomas y signos que según su aparición se pueden clasificar en:
A.- EFECTOS A CORTO PLAZO:
- Sofocos: son crisis vasomotoras que afectan al 80% de las mujeres menopáusicas. Se manifiestan como oleadas de calor y rubor y se suelen acompañar de sudoración profusa y a veces de palpitaciones.
- Cefaleas, Naúseas y Vértigos: son manifestaciones menos frecuentes.
- Síntomas Psicológicos: Pueden aparecer: irritabilidad, mal humor, nerviosismo, actitud depresiva, crisis de miedo, astenia (cansancio), disminución del rendimiento (laboral, intelectual…), disminución del deseo sexual, insomnio…
B.- EFECTOS A MEDIO PLAZO:
- En la piel: La piel es uno de los tejidos que más sufren el déficit de los estrógenos. La menopausia acelera las alteraciones degenerativas que ya de por sí se producen por la edad. Hay una disminución en la síntesis y maduración del colágeno, favoreciendo la aparición de sequedad de la piel, adelgazamiento y la aparición de arrugas. Hay cambios en la distribución del vello corporal, así como de la grasa subcutánea (disminuye la grasa en las caderas y aumenta en el abdomen).
- En los genitales: Hay una progresiva aparición de trastornos tróficos en la vagina y la vulva con sequedad vaginal y atrofia de la mucosa, lo que determina escozor vaginal y vulvar, así como molestias en las relaciones sexuales. Hay una disminución del vello del pubis y adelgazamiento de la piel.
- En las vías urinarias inferiores: Pueden aparecer incontinencia, infecciones urinarias de repetición y atrofia, que determinan escozor y disuria.
C.- EFECTOS A LARGO PLAZO:
- Osteoporosis: Es uno de los problemas más importantes en relación con la menopausia. Consiste en la reducción de la estructura mineral de los huesos, con importante pérdida de masa ósea que se traduce en una mayor fragilidad ósea y un mayor riesgo de fracturas (20% de riesgo de fracturas entre 70-75 años). Los estrógenos aumentan la síntesis ósea e incrementan el número de receptores para la vitamina D. El déficit de esta vitamina dificulta la fijación del calcio y del fósforo en los huesos, lo que facilita su desmineralización. Además disminuye la absorción de calcio por el intestino
- Enfermedades cardiovasculares: En las mujeres premenopaúsicas, la enfermedad coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio…) es poco frecuente, incluso en las mujeres que tienen factores de riesgo coronario (HTA, diabetes, hipercolesterolemia, hábito tabáquico, obesidad…). La menopausia altera el perfil de los lípidos, con aumento del colesterol total, aumento del LDL (“colesterol malo”) y disminución del HDL (“colesterol bueno”). Esto determina un mayor riesgo de arterioesclerosis con aumento de la patología vascular, sobre todo cardiaca (síndrome coronario: angina de pecho, infarto de miocardio…) y cerebrovascular (accidentes vasculares cerebrales (ACV): hemorragias, embolias y trombosis cerebrales…).
- Los estrógenos tienen un efecto antioxidante, vasodilatador y antiaterogénico en la pared vascular, inhibiendo el cúmulo de LDL-colesterol, así como dificultando la agregación plaquetaria, lo que determina una menor probabilidad de padecer procesos trombóticos y embólicos vasculares.
- Tensión Arterial (TA). La Tensión Arterial aumenta con la edad, pero este aumento es más llamativo a partir de la menopausia. Los estrógenos tendrían una acción beneficiosa a través de los receptores estrogénicos que existen en el endotelio y fibras musculares lisas de las arterias.
- Enfermedades neurodegenerativas: La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente en relación con la edad, puede afectar el 25% de la población mayor de 70 años. El porcentaje aumenta después de la menopausia y “parece” que los estrógenos y fitoestrógenos actuarían como “prevención,” retrasando la aparición de la enfermedad.
DIAGNÓSTICO DE LA MENOPAUSIA
Por la clínica: Cese definitivo de la menstruación.
Analítica: Determinaciones hormonales.
TRATAMIENTO DE LA MENOPAUSIA
Teniendo en cuenta que casi todas las alteraciones observadas en la menopausia son debidas a la disminución importante de las hormonas sexuales en la mujer, el tratamiento debe ir encaminado a restituir/aportar aquellas hormonas deficitarias. Es lo que se denomina Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS), que es capaz de prevenir/mitigar muchas de las consecuencias clínicas de la menopausia.
El tratamiento con THS, presenta aspectos controvertidos, sobretodo en relación al mayor riesgo de incidencia de cáncer de mama y de endometrio, así como de patología vascular. Estudios: HERS y WHI. Aunque los resultados de ambos estudios se prestan a discusión. En el estudio HERS, quizá porque el tratamiento con THS, no se inició de forma muy precoz. En el WHI tal vez porque se utilizaron estrógenos equinos orales y progestágenos de síntesis, distintos a los que se utilizan habitualmente en Europa.: Parches transdérmicos de estradiol y progesterona natural micronizada, asociación de fármacos que parece que no tienen un riesgo adicional de cáncer de mama. El aporte hormonal por vía intradérmica (al no atravesar la barrera del hígado) afectaría menos a la función hepática, disminuyendo el riesgo de trombosis.
La mayor incidencia de cáncer endometrial por THS, se produciría cuando se pauta únicamente un tratamiento estrogénico, sin oposición gestogénica en mujeres con útero.
Ante la controversia suscitada por el tratamiento con THS, se están valorando otras alternativas terapeúticas:
Moduladores Específicos del Receptor Estrogénico (SERM) Raloxifeno…
Administración de Fitoestrógenos: Genisteína (procedente de la soja).
Además en el tratamiento de la menopausia hay que incidir en aspectos referidos en el tratamiento Antienvejecimiento o Antiaging.
COMENTARIOS SOBRE LA MENOPAUSIA
La menopausia es la manifestación más importante del envejecimiento en la mujer.
El THS tiene sus limitaciones, por lo que hay que valorar de forma individualizada el factor RIESGO/BENEFICIO, con un seguimiento riguroso de las paciente. Existen tratamientos alternativos ( SERN, Fitoestrógenos…) en diferentes fases de estudio.